10 de marzo de 2021 Fuente:KTH, Instituto Real de Tecnología
Los investigadores publicaron los resultados de experimentos en los que los robots dirigieron un juego de palabras en sueco con personas cuyo dominio del idioma nórdico era variado. Descubrieron que al redirigir su mirada a los jugadores menos competentes, un robot puede provocar la participación incluso de los participantes más reacios.
El contacto visual es la clave para establecer una conexión, y los profesores lo utilizan a menudo para fomentar la participación. Pero, ¿puede un robot hacer esto también? ¿Puede obtener una respuesta simplemente haciendo contacto visual, incluso con personas que están menos inclinadas a hablar? Un estudio reciente sugiere que sí puede.
Investigadores del KTH Royal Institute of Technology publicaron los resultados de experimentos en los que los robots dirigieron un juego de palabras en sueco con personas cuyo dominio del idioma nórdico era variado. Descubrieron que al redirigir su mirada a los jugadores menos competentes, un robot puede provocar la participación incluso de los participantes más reacios.
Los investigadores Sarah Gillet y Ronald Cumbal dicen que los resultados ofrecen evidencia de que los robots podrían desempeñar un papel productivo en los entornos educativos.
Llamar a alguien por su nombre no siempre es la mejor manera de generar compromiso, dice Gillet. “La mirada puede, por naturaleza, influir de manera muy dinámica en la participación de las personas, especialmente si existe esta tendencia natural al desequilibrio, debido a las diferencias en el dominio del idioma”, dice.
“Si alguien no está dispuesto a participar por alguna razón, demostramos que la mirada es capaz de superar esta diferencia y ayudar a todos a participar”.
Cumbal dice que los estudios han demostrado que los robots pueden apoyar la discusión grupal, pero este es el primer estudio que examina qué sucede cuando un robot usa la mirada en una interacción grupal que no está equilibrada, cuando está dominada por uno o más individuos.
El experimento involucró a parejas de jugadores: uno que hablaba sueco con fluidez y otro que estaba aprendiendo sueco. Se instruyó a los jugadores para que le dieran pistas al robot en sueco para que pudiera adivinar el término correcto. La cara del robot era una proyección animada sobre una máscara de plástico especialmente diseñada.
Si bien sería natural que un hablante fluido dominara tal escenario, dice Cumbal, el robot pudo provocar la participación del jugador menos fluido al redirigir su mirada de forma natural hacia ellos y esperar en silencio a que intentaran.
“La mirada del robot puede modificar la dinámica del grupo: qué papel asumen las personas en una situación”, dice. “Nuestro trabajo se basa en eso y muestra además que incluso cuando hay un desequilibrio en las habilidades requeridas para la actividad, la mirada de un robot aún puede influir en la forma en que contribuyen los participantes”.
Fuente de la historia:
Materiales proporcionado por KTH, Instituto Real de Tecnología. Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.
Referencia de la revista:
- Sarah Gillet, Ronald Cumbal, André Pereira, José Lopes, Olov Engwall, Iolanda Leite. Robot Gaze puede mediar el desequilibrio de participación en grupos con diferentes niveles de habilidad. Conferencia internacional ACM/IEEE sobre interacción humano-robot '21, 2021 DOI: 10.1145/3434073.3444670